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jueves, 5 de enero de 2012

Magnetotactic Bacteria ¿Posicionamiento global natural?

De temas biológicos estoy bastante verde, así que pido que me perdonen l@s expertos en la materia, por si lo que voy a comentar no es nada nuevo, o no está tratado correctamente del todo.

Despues de ver hace unas horas un documental de La 2, sobre unos experimentos que hacían a unas tortugas marinas adultas: las ponían en un cilindro abierto por arriba, y medio lleno de agua, y unían su caparazón a un eje central, unido a una brújula electrónica, de modo que pudiesen conocer a qué dirección se quería dirigir el pobre animal.

No es que me gustase verla sufriendo, pero me llamó la atención las conclusiones que dijeron, que si no recuerdo mal son algo como lo siguiente: "Las tortugas marinas tienen una gran sensibilidad a los campos magnéticos terrestres, de hecho, tienen una gran sensibilidad a los campos magnéticos, gracias a los microcristales de magnetita que tienen en su cerebro, de modo que actúa como un sistema de posicionamiento global, tanto cuando están en tierra, como nadando o buceando".

Me sorprendió que comentasen lo de "sistema de posicionamiento global", y, dado que tenía varias entradas en el blog con distintos sistemas de posicionamiento globales, decidí que tenía que crear una nueva entrada, despues de documentarme algo sobre esta "tecnología natural".

Parece ser que desde los años 70, mas concretamente, desde que el estudiante de postgrado Richard Blakemore descubriese unas bacterias que seguían los campos magnéticos gracias a los cristales de magnetita que ellas mismas producían, se ha descubierto multitud de animales, que, con dichos cristales debidamente conectados en su cerebro, pueden orientarse de esta manera.

El experimento de Blakemore, fue relativamente casual: estaba examinando bacterias provenientes de pantanos marinos bajo el microscopio, cuando algo le resultó raro. Todas ellas se agrupaban en un extremo. ¿Qué las atraería? Blakemore tuvo una inspiración: quizá las bacterias se dirigían hacia el norte, dirigidas por el campo magnético de la Tierra. Así resultó, ya que cuando apoyó un imán cerca de ellas, fueron atraídas por el polo norte del imán.

Blakemore y Richard Frankel, un físico del MIT, luego descubrieron que es lo que orienta a las bacterias –cristales de magnetita, un óxido de hierro (de ahí el nombre que les pusieron: Magnetotactic Bacteria). Este mineral magnetizado es sintetizado por las bacterias y se alinea a si mismo y las bacterias con el campo magnético de la tierra.

Parece ser que hoy en día no está del todo claro cómo se conectan a las redes neuronales estos cristales, pero se cree que multitud de especies, entre las que están las tortugas marinas, abejas, peces, etc. utilizan esta técnica.

¿Será este tipo de bacterias (o sus versiones primitivas) las que permitieron a otro tipo de seres vivos tener la capacidad de orientarse por campo mangético?
¿Habrán sido fruto de evoluciones diferentes?
¿Porqué algunas especies heredan estas características y capacidades, y muchas otras que se supone tienen el mismo tronco evolutivo no? ¿O será que no lo usan?

Bueno, seguro que algún biólogo/a sabrá mas de una respuesta, pero bueno, para la gente de a pié en estos campos, como yo soy, dejo esta preguntas.

Algunos enlaces relacionados interesantes:

2 comentarios:

  1. Después de leer la noticia del tipo que se considera un nuevo tipo de humano porque lleva un traductor de colores en sonidos, ¡yo me quiero meter a ciborg con cristales de magnetita en el cerebro! :-)

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  2. Vaya, pues seguro que habrá algún grupo de investigación haciendo pruebas aunque sea con animales, a ver si aunque no vayan a por la comida, por lo menos que sepan donde está el norte terrestre, jejeje.

    Pues quien sabe si en el futuro ...


    Gracias por el comentario Jaime!

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